jueves, 25 de abril de 2013

Anatomía y fisiología del hígado


El Hígado:

E
s la más voluminosa de las vísceras y una de las más importantes por su actividad metabólica. Es un órgano glandular al que se adjudica funciones muy importantes, tales como la síntesis de proteínas plasmáticas, función desintoxicante, almacenaje de vitaminas y glucógeno, además de secreción de bilis, entre otras. 
También es el responsable de eliminar de la sangre las sustancias que puedan resultar nocivas para el organismo, convirtiéndolas en inocuas.


Fisiología del Hígado:

El hígado es un órgano que desempeña funciones tan variadas como importantes, ya que además de actuar como glándula exocrina y endocrina, forma parte de los sistemas reticuloendotelial y hematopoyético, además de participar en el proceso de la digestión y directamente en el metabolismo; actúa también como desintoxicador y eventualmente como órgano eritropoyetico y regulador del volumen sanguíneo. Si el hígado no funciona correctamente, se va a reflejar en todo nuestro cuerpo. Su función principal es la actividad metabólica. Se encarga de filtrar la sangre regulando los niveles de sustancias en ella y colabora en la digestión y absorción de grasas con la ayuda de la bilis. Aunque podrían llegar a citarse 500 funciones diferentes relacionadas con el hígado, pueden resaltarse algunas otras como la síntesis de proteínas plasmáticas y de colesterol, así como la regulación de la glucosa y de los aminoácidos.


El Hígado desempeña múltiples funciones en el Organismo como son:

·  Producción de bilis: el hígado excreta la bilis hacia la vía biliar, y de allí al duodeno. La bilis es necesaria para la digestión de los alimentos
·  Metabolismo de los carbohidratos
·  La gluconeogénesis es la formación de glucosa a partir de ciertos aminoácidos, lactato y glicerol
·  La glucogenólisis es la fragmentación de glucógeno para liberar glucosa en la sangre
·  La glucogenogénesis o glucogénesis es la síntesis de glucógeno a partir de glucosa
·  Metabolismo de los lípidos
·  Síntesis de colesterol
·  Producción de triglicéridos
·  Síntesis de proteínas, como la albúmina y las lipoproteínas
·  Síntesis de factores de coagulación como el fibrinógeno (I), la protrombina (II), la globulina aceleradora         (V), proconvertina (VII), el factor antihemofílico B (IX) y el factor Stuart-Prower (X).
·  Desintoxicación de la sangre
·  Neutralización de toxinas, la mayor parte de los fármacos y de la hemoglobina
·  Transformación del amonio en urea
·  Depósito de múltiples sustancias, como:
·         Glucosa en forma de glucógeno (un reservorio importante de aproximadamente 150 g)
·         Vitamina B12, hierro, cobre,...
·  En el primer trimestre del embarazo, el hígado es el principal órgano de producción de glóbulos rojos en el feto. A partir de la semana 12 de la gestación, la médula ósea asume esta función.


La Bilis:

La bilis (producto de secreción externa del hígado) es un fluido amarillo-verdoso y denso, de constitución muy compleja, en cuya composición destaca la presencia de ácidos y pigmentos biliares, colesterol, urea, lecitina, grasas y hasta hormonas esteroideas y andrógenos. La producción de bilis ayuda a eliminar los desechos y a descomponer las grasas en el intestino delgado durante la digestión. La secreción de la bilis es aparentemente continua, aunque se almacena en la vesícula biliar en los intervalos entre la ingesta de alimentos, su producción sobrepasa los 500 ml diariamente. Los componentes de la bilis son metabolizados en los hepatocitos, excepto los pigmentos biliares, que son producto de desecho y de los que es el principal la bilirrubina. Estos son el resultados de la degradación de eritrocitos por las células reticuloendoteliales estrelladas en la pared de los sinusoides.


Metabolismo:

La participación del hígado en el metabolismo es muy amplia. En primer lugar, el hepatocito renueva sus propias proteínas y sintetiza otras para “exportación” como la albumina, la protrombina y el fibrinógeno. En segundo lugar, cuando la concentración de glucosa sanguínea es baja, el hepatocito transforma lípidos y proteínas en glucosa para convertirla, en parte, en glucógeno y almacenarlo así (glucogenogenesis) y, en parte, enviarla directamente a la circulación.

Almacén de nutrimentos:

Además de almacenar glúcidos y lípidos en forma de grasas neutras y glucógeno, el hígado es depositario de algunas vitaminas, como: A, B, B2, B12, D y K. También como función metabólica, por ejemplo, que el amoniaco (producto del metabolismo las proteínas en el hígado) es transformado principalmente en urea, cuyo exceso es vertido por el aparato urinario. A proceso semejante son sometidos muchos tóxicos de origen externo, como las drogas, medicamentos, venenos, etc.  













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